domingo, 18 de noviembre de 2012

Estilo, la expresión de la individualidad



Por medio del vestuario, los accesorios o del maquillaje, en el caso de las mujeres, todos los seres humanos manifestamos nuestra individualidad. Cada uno de nosotros tenemos un estilo que es innato y que tiene que ver con nuestra personalidad; por eso, cuando se habla de ESTILO, lo más importante es reconocer nuestra propia esencia nuestros valores, nuestros objetivos y lo que nos motiva para alcanzarlos.

La imagen que proyectamos tiene que ser coherente con nuestra esencia personal, por eso el estilo se convierte en el elemento rector de todo proceso de estimulación verbal y no verbal que creara una imagen pública.

Aun cuando el estilo es algo muy personal, existen características comunes que nos permiten definir algunos tipos como los que aquí te presentamos.

Natural. De apariencia saludable, sencilla, juvenil e informal. Se caracteriza por el uso de diseños cómodos y funcionales, de líneas sueltas y relajadas confeccionadas con materiales de fácil cuidado. En las mujeres, el maquillaje es minimalista y los accesorios pequeños y sencillos, nada que estorbe o incomode. Por esta razón a los hombres de estilo natural, no les gusta la corbata y sólo la usan cuando es realmente necesario.

Las personas de estilo natural busca comodidad. Su fortaleza es la accesibilidad y su riesgo es verse desarregladas.

Tradicional. De apariencia conservadora, atemporal, seria, discreta y moderada. La vestimenta que suelen usar quienes gustan de la tradición, es sencilla y clásica, con pocos detalles y nada que llame la atención. Prefieren colores neutros y sobrios y los materiales de sus prendas son firmes y durables. Quienes integran este grupo, generalmente, son personas a las que les cuesta cambiar su aspecto físico.

Las personas de estilo tradicional busca durabilidad. Su fortaleza es la sobriedad y su riesgo es verse anticuados.
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Elegante. Su apariencia es refinada, distinguida, formal y pulcra; siempre apropiada para cada ocasión. Son personas que cuidan, meticulosamente, su aspecto de pies a cabeza. Los elegantes, cuidan todo los detalles tanto de su vestuario, como su aliño personal.

Las personas de este estilo buscan calidad. Su fortaleza es la admiración y su riesgo es verse ostentosas.

Romántico. De apariencia gentil, apacible y capaces de provocar cercanía. Las mujeres que practican este estilo, son muy femeninas, por eso buscan que el diseño de su ropa y el de sus accesorios sea una combinación de líneas suaves y curvas con muchos detalles. Les gusta maquillarse y raramente permiten que se les vea si no lo han hecho. En los hombres, el estilo romántico puede confundirse con el estilo natural, ya que es también poco estructurado y de líneas sueltas y relajadas.

Las personas de estilo romántico busca delicadeza. Su fortaleza es la calidez y su riesgo es verse cursi.

Seductor. Es un estilo llamativo, tentador y desinhibido. Usan ropa para revelar el cuerpo y atraer al sexo opuesto. Quienes poseen un estilo seductor, generalmente, buscan llamar la atención.

Las personas de estilo seductor buscan sensualidad. Su fortaleza es la atracción y su riesgo es verse vulgar.

Creativo. Este estilo suele proyectar una imagen original, imaginativa y artística. Quienes gustan de él,  no son personas convencionales por el contrario, son innovadores, no siguen las reglas y mezclan diseños, patrones y texturas, además de que usan varias prendas al mismo tiempo.

Las personas de estilo creativo buscan originalidad. Su fortaleza es la individualidad y su riesgo es verse ridícula.

Dramático. La imagen que proyecta este estilo es sofisticada, dominante, de poder y de autoridad. Es un estilo llamativo y severo que gusta de diseños estructurados, no clásicos y exagerados. Su aspecto es sofisticado, ya que tanto los hombres como las mujeres van siempre un paso adelante de la moda.

Las personas de estilo dramático busca vanguardia. Su fortaleza es la imposición y su riesgo es verse agresivas.

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