martes, 12 de marzo de 2013

Mega Clase 16 De Marzo Del 2013

¿SABEN LOS ÁNGELES LO QUE PASA EN EL MUNDO?

                                                                                                                                 Por: Lucy Aspra


“... Mas tú, ¡oh rey mi señor, eres sabio, como lo es el ángel de Dios, para saber todas las cosas que pasan en la tierra”. 2 Samuel 14:20

Los Ángeles con sólo ver las emanaciones de los seres humanos saben de qué clase de persona se trata.  En el plano físico, que es en el que no encontramos los seres humanos, sólo se ve la acción; el pensamiento y el sentimiento quedan ocultos para los que habitamos en el mundo terrenal, pero no para los que viven en los planos sutiles.

Inmanuel Swedenborg, en su obra  “De Planetas y Ángeles”, dice que los espíritus de otros planetas pueden reconocer al ser humano por sus pensamientos, ya que al reflejarse en el rostro pueden ser fácilmente percibidos  por los ángeles. Es por esto que en el planteta de esos maravillosos seres alados, “a nadie se le permite pensar una cosa y hablar otra”.

Ellos son capaces de advertir los cambios en la nitidez del rostro de sus semejantes, situación que es comprendida como hipocresía o doblez, motivo suficiente para que el ser que demuestre este tipo de conducta, sea separado de la comunidad para ser sometido a un proceso de reeducación que permita a su mente unificarse, evitar la incongruencia y expresar, únicamente, aquello que piensa en forma positiva para no contaminar y crear caos entre toda su comunidad. Después de aprender a sincronizar sus facultades, los ángeles se preparan para cambiar la maldad por la bondad. Esta es una forma de erradicar la maldad.

Los seres de otros planetas rechazan la cercanía de los habitantes de la Tierra porque dice que somos: “taimados, rápidos y astutos para urdir maldades, además saben y piensan poco sobre la bondad de las cosas... hablan mucho y piensan poco, y , por lo tanto, no pueden percatarse de la interioridad de las cosas y de la bondad o maldad de ellas”. 

El ser humano, pues, puede engañar a otro ser humano, pero no a los que habitan  los planos invisibles donde flotan el pensamiento y el sentimiento. Como seres humanos, no podemos engañar a los ángeles porque ellos trascienden el mundo del pensamiento y del sentimiento, están en el mundo “Causal” hacia donde sólo ascienden los pensamientos de nobleza y a donde sólo pueden llegar los seres que logran emitir suficiente suficiente luz.

Nuestro Ángel conoce lo que está en el fondo de nuestro corazón, no podemos engañarle: “No permitas que tu boca haga de ti un pecador, y luego digas ante el Mensajero que fue inadvertencia”. Eclesiastés 5:5  Este versículo es aclarado de la siguiente manera: “El Mensajero es el Ángel ante el cual no es posible disculparse ya que una de sus funciones es llevar la cuenta de todas las buenas obras”. Es decir, nuestro Ángel no necesita escuchar nuestras palabras para saber cuál es nuestra verdadera intención.

Secuelas provocadas por el acné

                                                                             Por: Dr. Gerardo Solís Sánchez


Las secuelas del acné pueden ser de diferentes tipos y van desde manchas hasta cicatrices que se convierten en marcas permanentes.

Las manchas que comúnmente se presentan, son las hipercrómicas, generalmente, de color obscuro y provocadas por la manipulación de las lesiones y las llamadas hemorrágics que se caracterizan por ser de una tonalidad roja causada por el rompimiento de pequeños vasos sanguíneos de la dermis, que tardan varios meses o incluso años en desaparecer.

Por otro lado las cicatrices, que pueden ser:
           
Atróficas. Son las que se ven hundidas, en forma de rollo o como poros muy abiertos.

Hipertróficas. Su principales característica son: visiblemente elevadas, rojas y duras y, comúnmente, aparecen en ángulos mandibulares, cuello, pecho y hombros.

Queloides. Son cicatrices rojas, elevadas y duras que producen dolor y comezón. No dejan de crecer, tienen origen genético y se presentan en orejas, hombros y pecho, aunque pueden aparecer en cualquier sitio del cuerpo.

Los factores que condicionan la aparición de cicatrices es básicamente el tiempo que una lesión dura en la piel. Entre mas tiempo dura una lesión roja, dolorosa y enterrada, mas probabilidades tiene de dejar cicatriz.

Actualmente, el tratamiento para combatir el acné debe enfocarse en los factores que lo producen y lo agravan, como pueden ser las alteraciones hormonales, la producción excesiva de sebo, la intensidad de la inflamación y el nivel que alcance la infección bacteriana .

El uso de medicamentos hormonales orales, antibióticos tópicos u orales, dependen en gran medida de la valoración del dermatólogo, del estado en que se encuentre el padecimiento y el tipo particular de piel de cada paciente.

Sin duda, el objetivo más importante del tratamiento antiacné es prevenir las cicatrices.  Por eso, no es conveniente recurrir a los productos médicos y cosméticos que se promueven en los medios de comunicación, ya que si no dan resultado, se habrá perdido demasiado tiempo para evitar que el acné deje huellas en el rostro.

Por esto, ante los primero signos de acné en adolescente o adultos, lo recomendable es  acudir con el especialista para tener un buen control del padecimiento y así poder evitar las desagradables secuelas.

sábado, 1 de diciembre de 2012

La imagen: Arma para triunfar o fracasar

                                                                             Por: Mtro. Carlos Muñoz García

Asesor de Comunicación Personal y Corporativa

No son pocas las veces que hemos escuchado o dicho frases como: De la vista nace el amor, amor a primera vista, la primera impresión jamás se olvida o la primera impresión es lo que cuenta.  Nada más cierto.  Sólo tenemos una oportunidad para impactar favorable o desfavorablemente a los demás en cualquier ámbito de nuestra vida. Por eso, debemos explotar esa primera vez para “apantallar” al mundo que nos rodea. Cómo lo hacemos, muy fácil, con vestimenta impecable, pulcritud personal, educación y buenos modales.

Quiero enfatizar en el tema de los buenos modales, ya que de nada sirve poprtar un traje de diseñador, corbata hecha con seda italiana, zapatos relucientes y una camisa impecable en el caso de los hombres, o un traje sastre, en el caso de las mujeres, si ante la sociedad no sabemos comportarnos o desconocemos las reglas básicas de conducta pública.

La imagen es un todo integral, no es un tema que debamos abordar de manera aislada.  Una excelente imagen primeramente nace del interior de las personas, es decir, la gente generalmente proyecta el “status” de su espíritu con sus acciones cotidianas.  Un individuo feliz, sano, con elevada autoestima, con respeto por sí mismo y por los demás y realizado en todas las áreas de su vida, invariablemente lo reflejará.  Por el contrario, quien lleva una existencia solitaria, triste, apática, sin fe, sin amor y frustrado será rechazado automáticamente por la mayoría.

Indiscutiblemente el mejor traje que puede portar un hombre o una mujer es su propia personalidad y la forma en que se desenvuelve.  No son pocos los casos, en que importantes ejecutivos de empresas de reconocido prestigio carecen de modales y un trato decente, profesional y digno para con sus colaboradores.  Esto genera una absoluta desconfianza hacia la persona que, por su comportamiento povocá miedo y repulsión entre quienes lo rodean, aunque se le respetará por su jerarquía pero no porque sea algo que nace de quienes integran su equipo de trabajo. Es lamentable que a una persona se le “respeta” por el pánico que pueda infundir sobre la gente.

Prestemos toda nuestra atención a la forma en que nos movemos en nuestro círculo social, no olvidando jamás que nosotros mismos merecemos respeto por parte de los demás, pero los demás también merecen que los respetemos. 

Por lo anterior, cuidemos hasta el más mínimo detalle de nuestra presentación personal y de nuestro proceder, ya que la imagen puede ser nuestra mejor amiga, o nuestra peor enemiga.